La tarta de queso es un postre muy delicado y es fundamental que el proceso de cocción se realice correctamente para obtener una torta que esté uniformemente cocida y blanca en la parte superior. Los pasteles de queso que están demasiado cocidos, incluso ligeramente, pueden hacer que los bordes superiores del pastel se pongan marrones. Para hacer una tarta de queso sin dorar la parte superior, deberá hornearla un día antes para permitir que llegue el momento de alcanzar la consistencia perfecta. El tiempo adicional combinado con una técnica simple de refrigeración le ayudará a obtener la tarta de queso perfectamente cocida que desea.
Cocinar demasiado una tarta de queso puede provocar un oscurecimiento indeseado.
Paso 1
Apague el horno cuando la tarta de queso llegue a punto donde hay un círculo de tres pulgadas de pastel crudo en el centro. El círculo será fácil de ver, ya que tendrá un color y textura diferente del resto de la tarta de queso horneada.
Paso 2
Permita que la tarta de queso se enfríe a temperatura ambiente dentro del horno.
Paso 3
Cubra toda la tarta de queso con envoltura de plástico.
Paso 4
Coloque la tarta de queso envuelta en el refrigerador y deje enfriar durante al menos 12 horas antes de servir.
