Si amas el pavo pero prefieres comer solo la carne blanca, cocinar una pechuga de pavo es una gran opción para evitar el desastre de preparar un pájaro entero en el horno. Cocinar pavo en una parrilla de gas sella los jugos y crea una piel crujiente y dorada que es difícil de lograr en el horno sin sobrecocinar el pecho.
crédito: ALLEKO / iStock / GettyImages pechuga de pavo
Paso 1
Combine el aceite de oliva, el romero, el ajo, la sal kosher y la pimienta negra molida en una bolsa plástica de 2.5 galones. Agregue la pechuga de pavo, selle la bolsa y agite suavemente el adobo alrededor de la carne. Marque el pavo en el refrigerador durante 4 horas y colóquelo en el mostrador de la cocina durante 1 hora antes de cocinar para que la carne alcance la temperatura ambiente.
Paso 2
Precaliente la parrilla de gas a altura. Coloque la pechuga de pavo en la parrilla con el hueso hacia abajo y baje la temperatura de la parrilla a la mitad. Inserta un termómetro de cocina en la parte más gruesa del pecho. Cierre la campana de la parrilla.
Paso 3
Después de 30 minutos, cuando el termómetro de cocción registra aproximadamente 100 grados Fahrenheit, agregue un puñado de astillas de fruta en una caja para fumar y colóquelo en la parte posterior de la parrilla.
Paso 4
Vierta el caldo de pollo en una bandeja de aluminio desechable y coloque la pechuga de pavo en la sartén con el hueso boca abajo. Mantenga el termómetro de cocción adentro y cubra la bandeja con papel de aluminio. Ajuste el calor de la parrilla a la parte baja de la parte posterior, apague por completo el quemador frontal y mueva la bandeja de aluminio hacia la parte delantera de la parrilla. Cierre la parrilla y deje que la pechuga termine de cocinarse por aproximadamente 30 minutos más, hasta que el termómetro indique 163 grados Fahrenheit.
Paso 5
Apague la parrilla, transfiera la pechuga de pavo a un plato y espere 5 minutos para dejarla la temperatura interna del pavo termina subiendo a 165 grados Fahrenheit.
Paso 6
Retire el termómetro y sirva el pavo.